jueves, 10 de octubre de 2024

¡Sed verdaderos discípulos! Difundid la Palabra y Predicad el Evangelio, pues sólo Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida

Mensaje de la Reina del Rosario a Gisella en Trevignano Romano, Italia, el 3 de octubre de 2024

Amados hijos, gracias por estar aquí reunidos en oración y por escuchar Mi llamada en vuestros corazones.

Hijos míos, os pido en un momento tan delicado: reuníos a menudo en el rezo del Santo Rosario, arma poderosa para destruir el Mal que es fuerte y quiere destruir vuestras vidas, vuestra fe y vuestras familias.

Hijos, estad preparados... Todo lo que fue predicho en las apariciones en el mundo, ahora, habrá acontecimientos que no son agradables... El miedo y la angustia estarán en los corazones de la mayor parte de la humanidad, pero sólo aquellos que tengan verdadera Fe, aquellos que conozcan a Mi Hijo, tendrán paz y serenidad en sus corazones. Esto es lo que os digo: ¡refugiaos en Mi Corazón Inmaculado y en el Corazón de Jesús! Él, que os regará, incluso cuando el agua ya no sea buena. Él, que te saciará, cuando ya no se encuentre alimento. Él, que cuando las tinieblas desciendan sobre el mundo y ya no haya luz, será vuestra Luz perfecta.

Hijos míos, ¿qué buscáis en el mundo? A estas alturas, ¡no puede haber más que sufrimiento! ¡Sed verdaderos discípulos! Difundid la Palabra y predicad el Evangelio, pues sólo Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. ¡Estad siempre vigilantes! Las inundaciones, los terremotos y las guerras continuarán con fuerza. Pero vosotros, hijos Míos, ¡estad en Paz! Dad esperanza a vuestros hermanos, pues todo el que crea en Él se salvará y tendrá vida eterna. Convertíos hijos, Yo estoy aquí, pues os amo y os guardo en Mi Corazón, que la Paz esté con vosotros. Ahora os bendigo, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Breve Reflexión

En este momento particular de la historia de la humanidad, la Madre de Dios nos invita aún más a reunirnos para orar, especialmente para rezar el Santo Rosario, «el arma poderosa para destruir el Mal», ese Mal movido por el príncipe de las tinieblas que quiere destruirlo todo... nuestras vidas, nuestras familias y nuestra Fe. Esa Fe que, en cambio, cada día debemos alimentar precisamente con la oración sentida que pretendemos elevar al Cielo. La Santísima Virgen nos invita a estar vigilantes, porque se está cumpliendo todo lo que Ella nos ha anunciado a lo largo de la historia a través de las innumerables apariciones en diversas partes del mundo. Los hombres y mujeres de hoy, viven angustiados y temerosos, ¡porque viven lejos de Dios! Mientras la Reina del Cielo, nos invita a tener Fe y a refugiarnos en Su Corazón Materno y en el de Su Hijo, porque sólo allí, encontraremos paz y serenidad, en este triste momento de nuestra historia. No debemos temer, pues aunque un día nos falte el alimento diario, será Jesús quien nos alimente y nunca nos deje que nos falte nada. Aunque caigan más tinieblas sobre el mundo, ¡nunca debemos olvidar que Él es nuestra Luz! Cada día presenciamos cómo se propaga tanto sufrimiento en el mundo, debido a las guerras y a que la naturaleza se rebela continuamente con sus cataclismos. Pero con fuerza y valor, debemos ser verdaderos discípulos, dando testimonio y proclamando la Palabra de Dios, especialmente a aquellos hermanos y hermanas que aún no han conocido el Amor del Señor, porque deben comprender que sólo Jesús nos dará la Vida eterna. Todos nosotros, sin embargo, estamos llamados diariamente a una verdadera conversión de vida. Nuestra dulce Madre, sigue estando en medio de nosotros, porque nos ama y quiere que nos salvemos. Por tanto, avancemos confiadamente en la Fe.

Origen: ➥ LaReginaDelRosario.org